CANTAMOS EN EL SANTUARIO DE COVADONGA

Gijón 25/04/11
Toque temprano de diana para desayunar y salir en dirección al Santuario de la Virgen de Covadonga. La Santina es una imagen de María entrañada e inculturada en el pueblo asturiano por historia, por antigua tradición, por transmisión familiar, por experiencia religiosa personal. Arraigada profundamente en las gentes de esta tierra y constituye uno de los signos con más fuerza y poder de convocatoria de los que Asturias tiene. Merece la pena acercarse y entrar con la mirada abierta en este lugar donde se funden naturaleza e historia, altura y profundidad, fuerza y belleza, intimidad recogida y proyección universal.
Antes, subimos a disfrutar de las espectaculares vistas que nos ofrecen el conjunto de los Lagos, pero la niebla, como es más que habitual, evita que la mitad del grupo pueda contemplar las maravillosas vistas y sin embargo minutos más tarde la otra mitad de nuestra expedición puede ver en plenitud  los Lagos de Covadonga y se conforman con un paseo por los alrededores del aparcamiento, disfrutando de sus preciosas vistas. Somos testigos en silencio de  vistas dignas de un poster o de una postal sin darnos cuenta de que existen...de verdad...Desde la rotonda, cerca del Santuario, la subida consta de 12 kilómetros en los que salva un desnivel de 962 metros, lo que supone una pendiente media del 6,87 %. La afluencia masiva de turistas, han obligado a limitar el número de vehículos en la zona, no obstante los Lagos cuentan con una excelente infraestructura de autobuses, para acercar hasta arriba a todos aquéllos que no deseen o no puedan practicar el senderismo.Los Lagos de Covadonga están dentro del Parque Nacional de Picos de Europa en Asturias. Son unas lagunas glaciares formadas por los lagos Enol, La Ercina y uno más pequeño que se llama El Bricial, que sólo tiene agua cuando se produce el deshielo en las montañas.

Nuestra siguiente parada, nos llevaba al Santuario, a la primera cita musical obligada en este viaje. La fresca mañana hizo que nos abrigáramos para adentrarnos en la basílica inaugurada el 7 de septiembre de 1901, otorgándole el Papa León XIII esa dignidad de Basílica. Es un monumento de estilo neorrománico construido íntegramente con caliza rosa de las inmediaciones. El interior destaca por su simplicidad. Únicamente la zona de la cabecera contiene algún elemento decorativo de interés. El altar mayor está presidido por una imagen sentada de la Virgen con el Niño, obra del escultor catalán Samsó. También en esta zona se encuentran dos grandes lienzos de la mano de los pintores Madrazo y Carducho alusivos a la Batalla de Covadonga y la proclamación de Pelayo como Rey.
El órgano que nos acompañará es un instrumento grande, de proporción 16´, a pesar de su gran tamaño y del atrevimiento de su colocación, su presencia resulta discreta. No se le ve hasta que no se llega al crucero. Una vez allí, su presencia se impone.
No vamos a engañaros; antes de comenzar, los nervios, el frío, la hora inhabitual , la grandiosidad del lugar, hace que nuestras voces tiemblen y se muestren inseguras, es esa sensación que nos recorre en los momentos previos a un exámen importante...pero las notas del magnífico órgano nos devuelven el vigor y la seguridad necesaria a nuestras cuerdas vocales, que entonan con más fuerza y elegancia que nunca nuestro mejor repertorio.

El Coro posa en la Basílica de Covadonga.

Ofrenda realizada por Carlos, que contenía productos de Barásoain.

El Coro canta bajo el magnífico órgano de la Basílica de Covadonga