PALENCIA
Conocí a Carmen López en Oviedo, como integrante del Coro Polifónico de Oviedo y del Coro de Zarzuela del Teatro Campoamor. Ella, que es asturiana de adopción, es palentina de nacimiento, de esa Tierra de Campos fértil y laboriosa de enormes llanuras sembradas de cereal y con asombrosas joyas del patrimonio artístico en sus pueblos.
Realizada una visita previa en el mes de Junio, pensé que nuestro Coro debía conocer esos pueblos, sus gentes, su patrimonio, sus curiosidades, su hospitalidad, su apego por la tierra y en un par de semanas organizamos una escapada de tres días a Palencia.
Nuestra principal misión se centraba en ofrecer un concierto en Ribas de Campos y una misa cantada en la sorprendente Iglesia y órgano de Támara de Campos. Alrededor de esos dos objetivos fijos, ni un solo minuto de asueto. Os contamos nuestras andanzas.
2 de Agosto. ¿En barco por Castilla?
Llegada a Palencia, que nos recibe con un soportable calor; comida del grupo (éramos 43 sobre el papel, pero Conchi se nos quedó en Barásoain víctima de un inoportuno virus del que daremos cumplida venganza); sin descanso ponemos rumbo a Medina de Río Seco, donde conoceremos la historia del Canal de Castilla y pasearemos en barco conociendo los entresijos del gran sueño de aquéllos ilustrados del s. XVIII.
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Junto al barco "Antonio de Ulloa" tras surcar aguas del Canal de Castilla |
Una vez en tierra y tras despedirnos afectuosamente del capitán del “Antonio Ulloa” y su bromista contramaestre, acudimos a nuestra siguiente cita: el Museo de San Francisco. http://www.museosanfrancisco.es/
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Probando sonoridad del Museo San Francisco |
De regreso a Palencia, cena y paseo nocturno por la capital, disfrutando de sus monumentos iluminados y de sus tranquilas terrazas.
3 de Agosto.
Palencia, Catedral, Carrión de los Condes, Villa Roma de La Olmeda, Ribas de Campos
Nuestra guía palentina espera puntual para enseñarnos los secretos de una ciudad que en pleno agosto y a primera hora de la mañana despierta fresca, perezosa y desierta.Calle mayor, Casino, Diputación Provincial, Mº de Sta Clara con el impresionante Cristo yacente, Catedral-la gran y bella desconocida http://www.arteguias.com/catedral/palencia.htm-paseo por las orillas del río Carrión, vermú y rumbo a Carrión de los Condes http://carriondeloscondes.es/donde disfrutamos de una excelente comida para afrontar una tarde llena de sorpresas.
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Iniciando ruta por Palencia capital |
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Entrando en el Mº de Sta Clara-Palencia |
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Detalle exterior Catedral Palencia |
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Bajos de la Catedral de Palencia
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Logo de San Zoilo (Parador Nacional de Turismo) |
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Agradable sobremesa en el Parador San Zoilo de Carrión de los Condes |
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Luci sacó todo el repertorio de chistes |
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Parecidos razonables |
La Villa Romana de La Olmeda fue descubierta por casualidad por el arado de un agricultor en el año 1968. A partir de esa fecha, meticulosas excavaciones y estudios determinaron la gran importancia de este descubrimiento que entrañaba un tesoro en mosaicos de excepcional calidad en cantidad, calidad, colorido y grado de conservación. Hoy, tras acometer la Diputación provincial y el gobierno autonómico diversas actuaciones se ha logrado que el conjunto de la Villa esté totalmente cubierto ofreciendo a los visitantes cómodas visitas guiadas para su disfrute. http://www.villaromanalaolmeda.com/
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Muy atentos |
Con los brazos abiertos y las puertas abiertas nos recibieron los vecinos de Ribas. La Parroquia de San Martín de Tours, las autoridades y la familia López-Gómez fueron los artífices de una tarde-noche inolvidable para nosotros y podemos decir sin equivocarnos que dejamos un grato recuerdo entre los habitantes de Ribas.
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Organo de Ribas de Campos |
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Carmen López en el centro, con Julio Martínez, alcalde de Ribas |
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El coro estrenaba atuendo para la ocasión |
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El Coro y Carmen junto a las autoridades locales |
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Detalle Parroquia S.Martín de Tours de Ribas |
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El Coro con la familia de Carmen. |
A las órdenes del disco del tacógrafo del bus abandonamos Ribas, dejando atrás una sobremesa rica en canciones, alegría y satisfacciones mutuas.
4 de Agosto.
Támara de Campos. Santoyo. Esclusas del canal. Frómista
Támara de Campos es una pequeña localidad de tantas que surgen en la inmensa llanura palentina. Entre sus campos de cereal-todavía sin cosechar- surgen torres de iglesias imponentes y castillos magníficamente conservados, testigos de la riqueza e importancia de Castilla en siglos pasados. Actualmente su censo cuenta con alrededor de 80 habitantes. Sorprende al visitante la Iglesia de San Hipólito el Real, ya que, al ser de patronato real, muchos fueron los reyes que le otorgaron privilegios sobre todo Alfonso XI, que nació el día de San Hipólito . Atravesando el pequeño arco que nos da la bienvenida sus cuidadas calles nos llevan a la iglesia (a nuestros ojos catedral), dejando en el margen derecho el actual hospital de peregrinos, de la antigua orden de San Juan de Jerusalem.
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Torre San Hipólito Támara de Campos |
Aquí cantamos la misa dominical, con la suerte de poder acceder al coro (prohibido para los visitantes por su delicada situación) y de poder acompañar nuestro repertorio con el magnífico órgano barroco (s.XIV-S.XVI). Describir las sensaciones que transmite entrar en esta iglesia de magnas dimensiones resulta difícil si no intentamos situarla en el contexto social y económico que la hizo tan regia. De estilo gótico, con proporciones y alturas de catedral, lo más impactante es la situación de su órgano, situado sobre una singular y esbelta columna de madera simulando mármol y con labores decorativas muy profusas en su remate. La riqueza de los balaustres, sus rejas, el retablo, la pila bautismal, todo es objeto de admiración entre nosotros, que somos guiados por la actual alcaldesa de la localidad Dña. Concha Gallardo que nos ofrece una visión histórica y actual (¡¡cómo un pueblo de 80 habitantes-en verano-puede mantener semejante monumento!!) de esta iglesia única.
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Fachada de San Hipólito |
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El grupo durante la visita guiada, observando el órgano sustentado sobre la columna de madera. |
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Concha Gallardo, alcaldesa de Támara de Campos, guió nuestra visita por San Hipólito |
Santoyo Con los tiempos marcados, marchamos hasta Santoyo. Localidad situada a escasos kms de Támara, cuenta con unos 250 habitantes. Aquí se encuentra otra joya : su órgano, dentro de Iglesia parroquial de San Juan Bautista. Posee un crucero gótico, con torre románica y algunos ventanales del mismo estilo. Su retablo es renacentista. El pórtico de entrada a la Iglesia es plateresco y está muy deteriorado por la calidad de la piedra; en él campean los escudos de su mecenas . El púlpito, en madera de nogal, plateresco, es obra anónima del XV. El coro de la Iglesia tiene tres piezas importantes: el órgano, barroco, actualmente restaurado y donde se ofrecen frecuentes conciertos. La Sillería en nogal, renacentista, con apostolado en los respaldos de las sillas. Y en medio del coro el facistol. El organista local es el encargado de guiarnos en una breve e interesante visita…y para despedir nuestra visita no podemos resistirnos a cantar bajo los acordes de tan mágnífico órgano.
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Horacio, organista y guía en Santoyo |
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Portada plateresca de Santoyo |
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El órgano de Santoyo |
Esclusas del Canal. En nuestra singladura naval por el canal en Medina de Río Seco no pudimos acceder a visitar las esclusas debido a las obras que se están ejecutando para su mantenimiento. En Frómista somos testigos de la importancia que esta solución de la ingeniería de la época para resolver el problema de los desniveles en el curso del Canal.
Tras una agradecida comida, unos disfrutan de la ansiada sombra en las terrazas y otros visitamos uno de los monumentos románicos más singulares (junto con Sta.Mª de Eunate) que podamos disfrutar en el Camino de Santiago.Perfectamente restaurada y conservada, no desaprovechamos la ocasión de, tras previo permiso, situarnos bajo el ábside del templo para interpretar Stabat Mater de Kodaly y Sancta María de Gounod. La sonoridad y belleza del momento fueron de grato recuerdo, como exquisito es el recuerdo de nuestra visita y paso por esta tierra palentina: noble, leal, amable y hospìtalaria.