Amaneció con sol la jornada, que en esta ocasión nos conducía primeramente a Langreo para visitar el museo de la minería, donde pudimos bajar a una mina y contemplar el duro trabajo de este gremio.
Tras la visita, pusimos rumbo a Oviedo. En el Teatro Campoamor nos esperaban César Sánchez tesorero de la Capilla Polífonica y Francisco González Álvarez-Buylla presidente, que fueron nuestros inseparables guías en esta intensa visita.Vimos las salas de ensayos, los camerinos, el patio de butacas, el escenario, el salón del te y el hall que siempre vemos por televisión en los premios Príncipe de Asturias. Pudimos deleitarnos a nosotros mismos cantando una canción en el teatro, cosa que siempre recordaremos con especial carño. Allí se unió a nuestro grupo una religiosa valdorbesa (natural de Garínoain), que reside en Oviedo, Gloria Baigorri.
Tras la visita, disfrutamos de una fabada asturiana. Por la tarde visitamos la Catedral del Salvador de Oviedo, donde como unos peregrinos más, rezamos ante el Santísimo y veneramos en la Cámara Santa las nuemrosas reliquias y el Santo Sudario de Cristo. Recorrimos la catedral por completo, el claustro y el museo para proseguir con la visita al casco antiguo de Oviedo, sus plazas, las esculturas que las pueblan, la iglesia de San Isidoro, parroquia de San Tirso, donde nuestro director ejerce de organista, el mercado del Fontán, Tascorrales y la capilla de "la Balesquida". Pero la tarde pasaba y mientras unos seguía de turismo, el coro, puso rumbo a la parroquia de san Melchor de Quirós, donde nos esperaba el gran compromiso del viaje.
